Los días pasan y el tráfico sigue interrumpido en dirección norte-sur en Camino del Perú. Lo que sucede es que en octubre empezó la remoción de la rotonda del cruce de esa ruta con avenidas Belgrano/Presidente Perón. Y aunque parece que todo va lento, los trabajos siguen su curso. Según adelantó a LA GACETA Alfredo "Fredy" Toscano, secretario de Obras Públicas de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán, ya se ha avanzado el 33% del plan de ejecución, y todo volvería a la normalidad a más tardar los primeros días de marzo.
Ya son más de dos meses los que han pasado: las máquinas trabajan, los obreros van y vienen y los autos ya se han acostumbrado a la nueva forma (limitada) de circulación; algunas de las dificultades que surgieron los primeros días ya se han disipado y los vehículos circulan con mayor tranquilidad. De hecho, hasta puede observarse una pequeña mejoría en la circulación de los rodados. Y todo eso sin haber terminado la obra.
Todavía falta mucho por hacer en el espacio de la ex rotonda. Sí, ese bloque de cemento que causó más de un dolor de cabeza a los tucumanos ya no está, pero ese es sólo el comienzo. La tarea no es fácil: el proyecto ejecutivo, diseñado por la Dirección Provincial de Vialidad y llevado a cabo por los municipios de San Miguel de Tucumán y de Yerba Buena va más allá de la quita de la glorieta: además, hay que hacer trabajos de pavimentación, de desagües pluviales, de semaforización y de alumbrado público.
Y como no se ven cambios sustanciales surgen las interrogantes. “¿Hubo atrasos?” o “¿tardará más de lo estipulado?” son, seguramente, alguna de las preguntas que surgen al pasar por allí. Toscano confirmó a este medio que la curva de inversión, la ejecución y el plan de trabajo van de acuerdo a lo previsto y “hasta diría que va un poquito más avanzado”. “Es una obra que tranquilamente tendría que terminar en fecha -destacó-; y claramente va a cumplir con el efecto que queremos lograr, de agilizar y de romper el nudo en el tránsito y la lentitud que había para venir o para salir de San Miguel de Tucumán hacia otros municipios”.
Es que -y como explicó anteriormente el funcionario- dentro de los plazos de obra se estipulan posibles dificultades y algunos imprevistos, sobre todo al trabajar en épocas estivales.